Los ecos de las elecciones PASO provinciales del mes de junio y las generales provinciales del 23 de julio, se van alejando en el tiempo. Una mirada hacia lo acontecido permitirá algunas reflexiones para un Partido jóven, con gente nueva en la política y que a lo largo de 10 años de vida ha cosechado preferencias disímiles en el electorado chaqueño.
No hay excusas para ninguna derrota, aunque hubo factores que conspiraron contra todos los partidos políticos por igual, pero particularmente contra los denominados minoritarios, como nuestro querido partido DEMÓCRATA. Las inclemencias del tiempo en las primarias, pudieron ser un justificativo válido. Sin embargo, quiero resaltar la enorme indiferencia de la ciudadanía y la escasa motivación que apenas acercó a las urnas al 50 % del electorado en junio y al 60% en julio. Un mensaje claro que en nuestra interpretación fue un rotundo rechazo a la clase dirigencial y política y a un sistema electoral tan inútil como desgastante. El electorado le dijo no a la política y a los candidatos, metiendo con desprecio y en la misma bolsa a todos por igual.
El común de la ciudadanía desconocía 30 días antes que habría elecciones. Mucho menos entendía para qué se votaba. Intentar explicar que se sucederían 2 elecciones provinciales y otras 2 nacionales fue todavía más complicado. Para ilustrar el desconocimiento y el estado de confusión, hubo electores que preguntaban cual era la boleta de “Cristina” o de “Masa” o de “Macri”, siendo que ninguno era candidato en la Provincia del Chaco. No me quedan dudas que a esta altura, las elecciones PASO, sean estas provinciales o nacionales que se avecinan, han logrado el objetivo pergeñado por el kirchnerismo con el acompañamiento del radicalismo en el Congreso de la Nación: desgastar y aniquilar en el tiempo a los partidos minoritarios. Y los partidos minoritarios tienen su razón de ser. A las minorías les asiste el derecho de no estar de acuerdo con las mayorías y a ese derecho hay que preservarlo y custodiarlo desde los partidos minoritarios, aún cuando integren alianzas programáticas con otros espacios.
Hemos plantado una bandera en democracia. Un partido y sus candidatos no se agotan en una elección, especialmente cuando casi 3000 voluntades decidieron acompañarnos en las primarias en un escenario adverso, sin recursos y casi nula movilización. A todos los que nos apoyaron, a los que nos alentaron, a nuestros votantes, una inmensa GRATITUD.
Ganaron otros. El soberano, el pueblo, decidió que todo debe seguir igual y debemos ser respetuosos de esa decisión. Pero seguiremos en la huella. Un gran abrazo patrio y fraterno a todos una vez más y que Dios bendiga los bendiga siempre.